jueves, 25 de septiembre de 2008

Grupo 2 : "La influencia de los medios masivos en la formación del sujeto: Una perspectiva psicoanalítica"

La influencia de los medios masivos en la formación del sujeto: Una perspectiva psicoanalítica.

Guinsberg, Enrique.




Fuente Web: http://www.scielo.br/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1413-73722003000100002&lng=pt&nrm=iso


Análisis Critica de grupo 2 :

El artículo en cuestión toma como eje fundamental una perspectiva psicoanalítica. Ésta es potencializada por un análisis transdisciplinario, en donde se profundiza a medida que avanza el desarrollo del texto, con subtemas propios de esta perspectiva psicológica (como la influencia del Súper-yo en el Ello; Medios de comunicación y formación de la personalidad, etc.). Tal es el ejemplo de conceptos como “Control Social” del Súper-Yo en los miembros de una determinada sociedad o de la finalidad latente según Wright Mills de los medios de comunicación como agentes que: 1) ofrecen una identidad a los sujetos, 2) orientan sus aspiraciones y 3) proporcionan métodos para lograr dichas aspiraciones. Para efectos de este análisis, haremos uso de diversas perspectivas que cuestionan un tanto los argumentos que defiende este texto, junto con además, no dejar de estar en acuerdo con otras afirmaciones.


Los medios de comunicación sin duda forman parte de los grandes agentes de socialización de las sociedades modernas. Claramente y sin discusión alguna, vemos como los sujetos actuales, incluyéndonos, forman parte de la construcción de “realidad” de los medios: programas televisivos, propagandas, programas radiales, música (en todas sus variedades), nos constituyen como personas y nos dan a elegir que somos y que no. Observamos así una especie de reproducción de pautas de valor que configuran nuestras elecciones individuales y colectivas, tal como lo plantearía el famoso funcionalista norteamericano Talcott Parsons, en sus análisis del Sistema Cultural, que en este caso ya no estaría protagonizada solamente por los viejos agentes socializadores (Familia, Escuela) sino también los medios de comunicación vigentes actualmente (Televisión, Internet, Radio, Diarios y Revistas)1. Estas pautas de valor influyen evidentemente en la configuración de las personalidades de los sujetos (en el Yo, específicamente), produciéndose una enseñanza de lo que debe hacerse y no, de lo que se ama u odia, de lo que anhelamos y despreciamos, etc.


No obstante, y pese a tales planteamientos, esta configuración del Yo no se da, creemos, unilateralmente, sino que a veces ocurren contradicciones impredecibles y/o conflictos indeseados, es decir, consideramos que los medios de comunicación no “dicen la última palabra”. En ocasiones los sujetos tienen la posibilidad de contra- argumentar lo que las pautas de valor socializantes afirman como “realidad”, tal como es señalado por otros sociólogos como Luhmann y Merton.


Luhmann, en sus análisis de los medios de comunicación, considera que estos plantean una “realidad seleccionada entre múltiples posibilidades de comunicaciones” que el Sistema Social transmite, y que por lo tanto, sólo constituyen una parte de nuestro mundo vivido, no todo2. El Sistema Económico, Judicial y Político, forman parte de la configuración de nuestro entorno como seres humanos diversos y distribuidos diferencialmente (por funciones, por clase social, por edades, por etnias, entre otras divisiones sociales), lo cual da a considerar que: 1) no todos somos influidos igualitariamente, pues estamos condicionados por nuestra posición social, cultural y económica; 2) la comunicación, que es lo que transmiten los medios, es un proceso en el cual emisor y receptor están limitados por “parámetros” de comprensión distintos debido a las divisiones sociales inherentes a los individuos, las cuales fueron anteriormente mencionadas, y así no todo se puede decir de la misma forma, ni muchos menos comprenderse como tal, por lo cual es necesario seleccionar información; y finalmente, 3) como no todo puede transmitirse de la misma forma, ni comprenderse igual, los medios de comunicación ofrecen sólo la posibilidad, al receptor de la información, de elegir que ver o no ver de esa “realidad” transmitida por el emisor. Así se permite el diálogo entre medios y sujetos, dando posibilidad de encontrar otras “selecciones de información” y “realidad”.


El autor del artículo plantea que los medios masivos muestran y construyen una determinada realidad para los sujetos, que constituyen instrumentos de control social, que ocultan y distorsionan la realidad más que mostrarla como verdaderamente es, que difunden determinadas pautas de conducta para establecer la normalidad en la sociedad, entre otras características que pueden ser desentrañadas desde perspectivas como la psicoanalítica.

Desde una perspectiva mertoniana también es posible develar estas características, las que corresponderían sólo a algunas de las funciones que los medios de comunicación poseen. Pero a partir de este autor clásico es posible decir muchos más sobre el papel que cumplen los medios de difusión, e incluso sobrepasar la perspectiva utilizada como eje central en este artículo.

Los medios de comunicación cumplen funciones tanto manifiestas como latentes, ocupando una de las distinciones establecidas por Merton del concepto de función3. Las funciones deseadas y reconocibles para las personas, y por ello manifiestas, de los medios, son: entregar información acerca de los acontecimientos a través, por ejemplo, de los noticieros de televisión y radio, los periódicos y sitios de Internet, y también entregar una alternativa de entretención por medio de algunos de los medios ya indicados, además de los juegos electrónicos. Sin embargo, los medios masivos también cumplen otro tipo de funciones que, a diferencia del primer tipo, no son deseadas o reconocibles para las personas, y por ello son funciones latentes, que corresponderían a las características indicadas anteriormente por el autor del artículo. Volviendo un poco al psicoanálisis, él sostiene que los medios masivos, aparte de lo anterior, entregan además elementos que satisfacen necesidades que no pueden ser resueltas totalmente o siempre en la realidad, necesidades vinculadas a las pulsiones tanto sexuales como agresivas, lo que vendría a ser o correspondería a, visto desde Merton, la segunda función manifiesta expuesta más arriba. Sin embargo, y respecto a las funciones latentes, creemos que el autor ha considerado sólo el aspecto negativo, oculto para muchos, de los medios de comunicación: el de preservadores y reproductores de un sistema deliberado, es decir aquellas funciones latentes que son funcionales al control social, lo que no es extraño en una perspectiva de la sospecha como la psicoanalítica. Los medios de comunicación, diría el sociólogo norteamericano, tienen además funciones, a las cuales él denominó disfunciones latentes. Esto puede ser apreciado en ciertos medios de comunicación como algunos periódicos, entre ellos “El ciudadano”, “Le Monde Diplomatique”, “The Clinic”, “Attac”, a nivel local “El otro San Pedro” entre muchos otros, y determinados sitios de Internet donde se ha puesto gran cantidad de información, figurando documentales alternativos, que han permitido a algunas personas abrir sus ojos sobre la manipulación efectuada a través de los medios de comunicación y poner en cuestionamiento el sometimiento al control social. Para profundizar sobre lo anterior, recomendamos ver los documentales “Zeitgeist”, “Loose Change”, “The Corporation” y “End Game”, entre muchos otros, que pueden descargar fácilmente desde cualquier servidor P2P o blogs especializados en subir este rico material informativo.


Otro concepto útil a desarrollar, para efectos del análisis sobre la influencia de los medios en el sujeto, es el de alienación, guiándonos principalmente de los escritos de Marx. En éstos, rescatamos que la alienación es la separación entre el trabajo humano y el producto derivado de su esfuerzo, siendo este último hostil para su creador. Además, existen cuatro tipos de alienación social: religiosa, política, económica y consumista4; siendo la alienación social de tipo consumista la más apropiada para abordar la situación a la que se ve expuesto el sujeto frente a la influencia transgresiva de los medios de comunicación en su rutina, pensamiento y crítica diaria. Es más, este tipo de alienación contempla el efecto producido por la publicidad en la libertad y voluntad de consumo de las personas, siendo los medios la principal ventana global en la que los mensajes ideológicos se muestran al público en general, transformándolos en clientes de bienes materiales a veces innecesarios. Son los massmedias los que indican qué hacer y qué no, siguiendo la temática del texto que analizamos en este artículo, configurándose además una alienación social de tipo religioso, es decir, la conformación de un tipo de sociedad manipulada por los medios informativos masivos, los cuales intrínsecamente insertan en sus mensajes valores, tradiciones, pautas de comportamiento en definitiva, que se instauran rápidamente en la sociedad y nos dominan, a tal punto de ver una sociedad chilena, contextualizando nuestro caso como país, conformista, individualista y desgarrada aún por fantasmas del pasado, de los cuales los medios se aprovechan para mantener sumisa a la población. Finalmente, es necesario hacer hincapié en la gran conexión que mantienen los tipos de alienación desarrollados en este trabajo con una teoría mencionada en el artículo de Enrique Guinsberg llamada agenda-setting, perspectiva que, en síntesis, explica la universalización del conformismo e individualismo en la población gracias a los mensajes subliminales que entregan los medios. La alienación social tipo consumista y la agenda-setting poseen varios elementos que nos permitirían realizar un buen estudio sobre las relaciones socio-económicas entre el sujeto y el medio “informativo”.


Finalmente, es evidente que los medios ejercen más que una simple influencia en la vida cotidiana de las personas, porque a través de ellos también se genera una manipulación de los mensajes que son insertados en nuestro vivir diario, pautando nuestros comportamientos en sociedad y alienándonos, ocultando “realidades” que, de ser denunciadas, la socialización (con un enfoque acoplado a los intereses de los grupos dominantes) sería realmente un fracaso.


En definitiva, concordamos con lo planteado por el autor, sin embargo creemos que siempre puede exigírsele a las ciencias sociales una postura más propositiva que academicista. Pese a ello, este artículo nos invita a profundizar y a estudiar el fenómeno de la socialización, a partir de la influencia de los medios de comunicación en la formación del sujeto, y entregar, por lo menos, una plataforma fértil para revelar el acoplamiento de estos sistemas comunicacionales con el sistema político y económico imperante en casi todo el mundo, cuestión que, sin duda, abre pasos para investigaciones sociales importantes, junto con desarrollar una postura más propositiva como fue señalado anteriormente, por no decir política.





Referencias Bibliográficas




  • Marx, Karl. Escritos económicos-filosóficos. Editorial Centro Gráfico Limitada, 2005.


  • Merton, Robert King. Teoría y Estructuras Sociales. Fondo de Cultura Económica. México. 1992.


1 Vease Parsons, Talcott. El Sistema Social. Madrid: Alianza, 1999.

3 Vease Merton, Robert King. Teoría y Estructuras Sociales. Fondo de Cultura Económica. México. 1992.

4 Véase Marx, Karl. Escritos económicos-filosóficos. Santiago de Chile: Editorial Centro Gráfico Limitada, 2005.







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