miércoles, 24 de septiembre de 2008

Grupo 10 "Control percibido por mujeres de edad mediana como educadoras para la sexualidad del niño preescolar"

Fuente Web: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0864-34662007000100009&lng=pt&nrm=iso&tlng=es



Comentario de Grupo 10:

Durante la etapa primaria, los niños comienzan a indagar en su cuerpo de tal manera que descubren sensaciones que son inmediatamente reprimidas por la madre o quien asuma el rol de educadora. La mujer al reprimir al niño (a) esta asumiendo que es aquel su rol social, cultural y maternal, estas contribuyen a perpetuar los estereotipos de género (en cuanto a ella emocional), es decir la mujer se siente satisfecha al cumplir con su rol de crianza a través de la aprobación social que esto le trae. La mujer a pesar de que se siente insatisfecha con el modo de actuar que se le impone, sigue perpetuándolo. Muy pocas hacen algo distinto, por el temor que acarrea la sanción moral y social.


Las mujeres, encargadas socialmente de la crianza de los nuevos integrantes de la sociedad, transmiten a los niños todos los valores sociales, dentro de estos podemos encontrar: la disociación entre la función reproductora del ser humano y el placer sexual; la reducción de la sexualidad a un contacto genital que conlleva a algo sucio. Ambos patrones mencionados, son atribuibles a sociedades desarrolladas bajo lineamientos provenientes de religiones cristianas.


Todos estos elementos producen un estancamiento en el desarrollo pleno de la sexualidad de los niños. Y solo permiten que este se desarrolle según los canales y las formas que la sociedad concibe como normales. Por tanto se socializa desde pequeños a los niños por el temor de que asuman conductas que se escapan a lo permitido socialmente. Las conductas que están fuera de la convencionalidad social, son satanizadas y etiquetadas como degeneraciones, enfermedades que atentan en contra de la naturaleza humana. Así como también se les va creando a los niños una asociación de sus órganos genitales con algo perverso, malo que se debe ocultar, así se logra mantener los instintos controlados por el miedo a lo desconocido. Esto se mantiene así durante la mayor parte de la infancia, hasta que entrando en la pubertad, los jóvenes por su desarrollo biológico comienzan a explorar sus cuerpos (conocimiento) y descubrir nuevas sensaciones placenteras. Es preciso mencionar que estas nuevas expresiones de placer siguen siendo experiencias totalmente personales, fuera de círculos de conversación con los padres, desarrolladas ocasionalmente entre pares (amigos) y con mayor facilidad entre hombres.


La represión sexual se da principalmente hacia las mujeres, produciéndose así otra expresión de la violencia de género, a la que son expuestas las mujeres en este tipo de sociedad (patriarcal) que resalta las características racionales, que se le atribuyen al género masculino. Ya sea como las encargadas de transmitir “emocionalidad”, lo que cumple un rol secundario en esta sociedad dominada por una razón instrumental. O sancionando con especial dureza sus expresiones sexuales, justificando esta represión de placeres sexuales en función de su sola capacidad procreadora.






1 comentario:

  1. GRUPO Nº 19.

    Como ya sabemos, la familia tiene una alta ingerencia en la socialización de los niños en la primera etapa de su vida. Es por lo anterior que sobre todo en una sociedad donde a pesar de que ha evolucionado hacia una percepción mas libre del cuerpo, el papel de los padres y especialmente de las madres tiene una alta importancia en la impresión que se hacen los infantes de su cuerpo en formación, de los placeres que encierra éste y de su sexualidad.

    Es a partir del análisis propuesto en esta investigación que podemos evidenciar una profunda mirada y acercamiento a la realidad cubana en cuanto al acontecer del control percibido por las mujeres en cuanto a la educación sexual de los niños mas pequeños. Comenzando desde este análisis podemos destacar que la visión de los adultos y de cómo estos fueron socializados sobre su sexualidad, tiene una relación directa con la forma en la que los padres hablan e introducen caracteres en la socialización de sus hijos. Es por esto que las creencias de los adultos, sus temores, tabúes, etc., y la forma de hablar y de experimentar la sexualidad es aprehendida por los niños consciente e inconscientemente, ya que por una parte estos imitan y por otro lado se les imponen a través de varios mecanismos una diversidad de conductas que van creando toda una estructura que repercute a lo largo sus vida.

    Las mujeres de edad mediana están sin dudarlo expuestas a reproducir sus pautas mentales en los niños que cuidan, y es por esto que tiene especial relevancia el cómo estas mujeres se van despojando de sus aprensiones y van cambiando algunas de sus visiones mas conservadoras en pro de una mejor socialización de los menores. Sin duda que lo anterior no se hace de una forma sencilla, sino que por el contrario, acarrea una diversidad de procesos que desencadenan en un cambio que en la mayoría de las veces es tan profundo que significa una resocialización de caracteres fuertemente arraigados y que repercuten en muchos aspectos de la vida independientemente.
    La inocencia con la que los niños parten su andar en la sociedad y la forma casi instintiva en su actuar se evidencia también en lo corporal y sexual, siendo en esta materia donde estos van descubriéndose mutuamente en contraposición a su otredad genérica y van haciendo parte de sí cosas hasta hace algún un tiempo ocultas. La percepción de que lo anterior es algo malo viene de lo que los adultos introducen en la mente de los niños, obligándolos a adquirir conductas que en un primer momento no se concebían, y que mientras el tiempo transcurra también tendrán incidencia en la conformación de los roles en cuanto el género y lugar en la sociedad.

    Aunque como decíamos, en este último tiempo se ha ido cambiando la percepción de las personas mayores en cuanto a lo sexual y por ende y como correlato se ha producido el mismo efecto en los infantes, se debería ir en la búsqueda de una transformación aún mayor, debido a que a través de esto se derribarían mitos y falsas concepciones que perjudican la percepción que los niños se forman en cuanto a algo tan nuestro y normal como es el descubrimiento de nuestro cuerpo y de lo sexual.



    Ruth Huenumilla.
    Felipe Rodríguez.
    Estefany Troncoso.

    Grupo nº 19.

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